En numerosas ocasiones, experimentamos frustración en la vida cotidiana debido a la falta de comprensión por parte de aquellos que nos rodean. Ya sea que nuestras ideas no sean captadas, o que no podamos defender nuestros puntos de vista de manera convincente, la comunicación suele ser el núcleo de estas dificultades.
Esto ocurre porque la manera en que nos expresamos no logra satisfacer nuestras necesidades ni las de los demás. Es fundamental entender que la forma en que nos comunicamos puede determinar el éxito de nuestras interacciones.
En este contexto, me gustaría explorar distintos enfoques para mejorar tu capacidad de expresión y comunicación. Para ello, identificaremos algunos modelos conductuales disfuncionales que deben evitarse y destacaremos el enfoque más adecuado para lograr una comunicación efectiva.
Tipos de comunicación a evitar:
- Comunicación Pasiva: Este tipo de comunicación involucra a individuos que se mantienen en silencio, valorando las opiniones de los demás por encima de las suyas propias. A menudo, estas personas muestran comportamientos sumisos y baja autoestima. Prefieren refugiarse en la soledad, tristeza o angustia en lugar de expresar sus propias ideas y necesidades. Esta actitud proviene de una sobrevaloración de los demás y una subvaloración de sí mismos.
- Comunicación Pasivo-Agresiva: Aquellos que se comunican de esta manera evaden los intereses de los demás, ignorando sus puntos de vista y anulando cualquier posibilidad de comprensión mutua. Esta forma de comunicación es característica de personas con baja autoestima, que evitan la responsabilidad y dañan a otros como una forma de protegerse de posibles rechazos.
- Comunicación Agresiva: Las personas que emplean la comunicación agresiva suelen tener dificultades en sus relaciones interpersonales. No respetan los derechos de los demás y suelen recurrir a palabras y acciones hirientes, buscando controlar o humillar. Esta actitud revela una autoestima dañada y una necesidad de lastimar a otros antes de ser vulnerables ellos mismos.
Enfoque recomendado: Asertividad
El asertividad se erige como el enfoque más efectivo para la comunicación interpersonal. Las personas asertivas expresan sus pensamientos y emociones sin agredir a los demás ni violar sus derechos. Aquellos que han cultivado el asertividad suelen tener relaciones interpersonales más exitosas y una autoestima saludable. Esto se debe a que no permiten que las acciones de otros los afecten, sino que expresan su desacuerdo de manera amable, inteligente y respetuosa.
Las frases asertivas incluyen:
- “Yo siento…”
- “Yo pienso…”
- “Yo quiero…”
- “Yo necesito…”
- “Me parece…”
- “Me gustaría…”
- “Estaría bien que…”
En estas declaraciones, la primera persona es fundamental para comunicar de manera efectiva. Se busca que el otro comprenda los sentimientos propios, sin recurrir a interpretaciones descalificativas.
Por ejemplo:
Comunicación Agresiva: “Eres una mala persona por siempre gritarme.”
Comunicación Asertiva: “Cada vez que me gritas, me siento agredido. Esto me lleva a considerar que quizás no seas una mala persona.”
Es importante reconocer que la percepción de la realidad es subjetiva y no se debe considerar como una verdad absoluta. Escuchar el punto de vista del otro y buscar una solución mutuamente satisfactoria es esencial para una comunicación efectiva.
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